jueves, 15 de octubre de 2009

PIRATERIA VA POR FRUTAS Y FLORES


De las más de 30 mil especies de frutas, flores y hortalizas que hay en Mexico, sólo están registradas 100 variedades ante el Servicio Nacional de Inspección y Certificación de Semillas (SNICS), de Sagarpa, por lo que está latente la biopiratería, especialmente aquellas especies que aún se desconocen y no han sido investigadas, alertaron autoridades federales.

Enriqueta Molina Macías, titular de la SNICS, explicó que hasta hace cuatro años no se contaba con el registro de especie alguna y durante este tiempo ya se han registrado 100, entre las que se encuentran diversas variedades de tuna, tejocote, chayote y algunas flores como echeveria y trigridia, entre otras.

“A nivel mundial se estima que existen más de 300 mil especies, de las cuales México posee más de 10%, es decir, nuestro país es el centro origen de 30 mil especies, la mayoría de ellas endémicas, colocándolo así en el cuarto lugar en materia de biodiversidad. Realmente, México aporta un número muy importante de especies al mundo si lo comparamos con Brasil, país que ocupa el primer lugar en este ámbito y cuyo territorio es mucho más grande que el nuestro”, explicó.

En Mexico, dijo, se aprovechan sólo 150 especies, especialmente aquellas cuya producción es comercial, mientras que las que están en investigación son pocas. Molina Macías expuso que la bio piratería de especies consiste en usarlas sin reconocer y dar crédito al país de origen. “Desafortunadamente se ha dado en el intercambio que de buena fe México ha hecho con otros países”.

Proponen plan de protección

“En otro país hay una variedad de maíz igual a la que existe en la sierra de Oaxaca, pero como ese país obtuvo el registro de propiedad intelectual, pues ya hubo una apropiación no legítima, es decir, se afirma que esta especie es suya cuando no lo es”, insistió.

Reconoció que México aportó sus recursos a muchos países y al mismo tiempo, también ha aprovechado ese intercambio, por lo que en el país hay arroz, trigo, avena o algunas otras especies que no eran nativas mexicanas.

Para evitar la biopiratería, “estamos haciendo todo un esfuerzo para contar con registros oficiales; antes el registro oficial no existía, pero ahora lo tenemos por ley e incorporamos un catálogo de varios vegetales con el objeto de registrar no sólo aquellos materiales ya mejorados o que pueden ser innovados, sino aquellos materiales tradicionales” manifestó.

Molina Macías aseguró que otro problema que enfrenta la certificación de especies nativas es que se están dejando de utilizar recursos genéticos, debido a que las comunidades agrícolas e indígenas no los están aprovechando, no obstante que han sido responsables de custodiar los recursos genéticos con los que cuenta el país.

Fuente: El Universal